domingo, 15 de mayo de 2011

¿Qué se necesita saber?

¿QUÉ NECESITAN SABER LOS PADRES PARA EDUCAR A LOS HIJOS?
Jueves 10 de enero de 2008
Pepe López. Profe del C.P. José A. Labordeta (Zaragoza) y miembro del M.R.P. “Aula Libre”
No cabe duda que educar hoy resulta bastante más complicado que antaño, tanto para los padres y madres como para el profesorado. El hecho de que haya padres que digan que “no pueden” o “no saben qué hacer” con un niño de cuatro o cinco años, sirve como muestra de la dificultad existente.
Estamos ante una situación nueva y, por consiguiente, los padres necesitan aprender el oficio para educar de forma distinta a sus hijos. Hoy se tiene la ventaja de poder contar con una serie de orientaciones y de recursos pedagógicos y psicológicos que facilitan esa labor.
La formación de los padres puede plantearse en dos apartados. En el primero de ellos se abordarán cuestiones que resultan inadecuadas y, además, tienen poca eficacia. Entre ellas, el autoritarismo o el sistema de premios y castigos, que tienden a utilizase, ya que formaron parte de la educación de quienes ahora hacen de padres. También se necesita dejar la sobreprotección, un fenómeno que se empezó a dar desde hace unos años, y que lleva a la incapacitación del niño, ya que no puede hacer su propio proceso ni aprende a valerse por sí mismo.
El segundo apartado estará orientado a que los padres incorporen nuevos recursos educativos. Entre ellos, los siguientes: aprender a considerar valiosos en sí a los hijos (al margen de su conducta) y ayudarles a ver los aspectos positivos de las personas y de las situaciones; establecer límites por medio de pactos; favorecer el diálogo y la comunicación familiar; tener en cuenta el mundo emocional y aprender a disolver sufrimientos; o enseñar a los niños a aceptar lo que se presenta (distinguir entre lo que les gustaría que sucediese de lo que en realidad se da).
Conviene tener en cuenta que cada hijo tiene características y necesidades, que lo hacen distinto de cualquier otro de los hijos. Esto supone que las formas y métodos utilizados para educar a un hijo, quizá no sirvan para otro, lo que conlleva tener que usar metodologías diferenciadas con cada uno de ellos.
Por último, los padres necesitan saber que sus conductas tienen mucha más importancia para la educación de los hijos que cualquier estrategia educativa. Resulta evidente que si los padres quieren educar el respeto, no pueden gritar o degradar a sus hijos. O si quieren que el diálogo y los pactos se usen como forma de resolver los problemas, no procede dar una bofetada a un hijo porque éste ha pegado a su hermana.

http://www.craaltaribagorza.net/spip.php?article740 

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