En estos últimos días se ha colocado en la palestra política el uso
del Tricolor Nacional, en ocasión de celebrarse
el “Día de la Bandera” el próximo 03 de agosto, deseo compartir la
siguiente reflexión sobre dicho elemento vital de los símbolos de la Patria.
¿Sabemos realmente que significa el Tricolor venezolano?
Se
nos indica los conocedores del tema, que la bandera es uno de los
símbolos patrios más importantes de una nación pues es la representación de ese
país ante el mundo, en sus colores lleva impreso la lucha del pueblo por
la libertad, sus riquezas y valores propios.
Nuestra bandera ha tenido 20 cambios, 21 si
añadimos la bandera de guerra usada por José Leonardo Chirinos durante la
insurrección que este llevó a cabo en el año 1795, la cual, diversos
historiadores venezolanos atribuyen su existencia al documento de un oficial
español en donde señala la existencia de un paño morado sobreviviente durante
la fallida insurrección de Chirinos. En
el caso del Tricolor de Miranda, este pabellón fue desplegado en tierras
venezolanas el 3 de agosto de 1806, en el fortín San Pedro ubicado en la Vela
de Coro, durante la Expedición Libertadora. Es el emblema primigenio de nuestro
actual pabellón.
El
amarillo representa, en forma simbólica, las riquezas (el oro y las tierras
fértiles) venezolanas. El azul representa al mar Caribe, que cubre las costas
marítimas de Venezuela. El rojo representa la sangre derramada en las luchas
por la Independencia. Cuando hablamos del Tricolor venezolano, vemos en ella el
amor, el poder, la patria, fuerza, progreso, soberanía, armonía, justicia
además de las riquezas, mares, lagos y el cielo que cobija nuestro país.
Desde
pequeños al venezolano nos enseñan amar la bandera, aprendemos a pintarla con creyones de cera, tempera,
acuarelas…en ocasiones son obras de arte complejas con pasta alimenticia, pega
plástica y cartulina… La hemos modelado en plastilina, tapas plásticas de
botellas, bolitas de papel de seda y mucho papel lustrillo.
La
poética femenina, nos lleva a la seducción presente en la belleza propia del
alma de quien nace en estas tierras, es el divino femenino en colores sólidos,
primarios, esos que impactan en nuestra psiquis y allí despiertan los sistemas
cerebrales.
Ya
para finalizar me queda recordar con amor a esos hermanos que hace años
ayudaron a zurcir la bandera para el sarcófago del Libertador Simón Bolívar,
aún me genera sentimiento la imagen de hombres, en la Plaza Bolívar de Mérida, con lágrimas en los ojos
ensartando la aguja con manos temblorosas y repitiendo en voz emocionada: “¡Es
mi bandera!”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario